Laliberté, quien vendió la mayoría de sus acciones en 2015 y que fue arrestado en noviembre del año pasado por cultivo de marihuana, no ha dado más detalles de su posible oferta ni de sus socios, y sólo ha aseverado que estaba bien respaldado.
«Tenemos un buen plan. Creemos que podemos traer de vuelta el fuego sagrado», ha apuntado el empresario que añadió que quería mantener la oficina central en Montreal y mantener un equipo de gestión de Quebec.
Laliberté había indicado el 13 de mayo, en una carta abierta, que quería desempeñar un papel en el rescate del circo, que está lastrado por una deuda estimada en 900 millones de dólares. Varios grupos, incluido el quebequense Quebecor, han expresado su interés en una posible adquisición de la compañía.
A pesar de la imposibilidad de representar los espectáculos programados, el Circo del Sol se ha mantenido en contacto con su público a lo largo del confinamiento. La compañía ha puesto a su disposición de forma gratuita algunas de sus actuaciones más representativas.